"Clamaron a ti, y fueron librados; Confiaron en ti,
y no fueron avergonzados."
Salmo 22:5
La vergüenza es una sensación muy desagradable, cuando sentimos vergüenza nos sentimos menospreciados, humillados, traicionados y decepcionados por haber realizado alguna acción o por haber confiado en alguien más de la cuenta y no haber logrado algo. Cuando somos avergonzados sentimos una frustración interna y un sentimiento de fracaso en el corazón. A nadie le gusta pasar vergüenza o ser avergonzado.
Cuántas veces hemos sentido vergüenza en nuestro corazón? Quizás hemos vivido momentos irreparables en los que quisiéramos escapar o no haber estado nunca allí. Cuántas veces hemos mostrado nuestros sentimientos y hemos pasado vergüenza porque nos hemos sentido descubiertos y puestos en evidencia?
Nuestro devocional de hoy es un devocional de esperanza, porque la palabra de Dios nos da una promesa para cobrar ánimo, nuevas fuerzas y sobre todo para no perder la fe, ya que la escritura dice que quienes confiaron en El Señor no fueron avergonzados, quienes confiaron en Dios no terminarán con un corazón lleno de frustración, menosprecio, fracaso, traición o decepción, porque confiar en El Señor es vida para nuestra alma y El no permitirá que seamos avergonzados.
Podemos tranquilamente poner nuestra fe y nuestra esperanza en Dios porque el confiar en El no avergüenza a nadie, quizás pasemos por momentos difíciles pero El estará con nosotros. Confiar en Dios como lo han hecho hombres y mujeres de fe a lo largo de los siglos nos da la certeza que El no cambia, porque El no depende de las circunstancias, no depende de lo material, ni de lo terrenal, El es Dios y si Él toma el control, todo estará bien para los que le aman y en El confían.
Las respuestas de Dios son siempre verdaderas y si por algún motivo no has recibido algo que has pedido es porque El ha visto que no ha convenido, quizás no es el tiempo perfecto o no ha llegado el momento, nuestros ojos materiales no logran ver las cosas que en lo espiritual se están moviendo, pero si podemos confiar que tenemos un Dios que va tejiendo los hilos de nuestra vida y nada pasará para nuestro mal o para nuestra vergüenza.
Recuerda siempre Dios no falla, confía en el y no serás avergonzado!
Podemos tranquilamente poner nuestra fe y nuestra esperanza en Dios porque el confiar en El no avergüenza a nadie, quizás pasemos por momentos difíciles pero El estará con nosotros. Confiar en Dios como lo han hecho hombres y mujeres de fe a lo largo de los siglos nos da la certeza que El no cambia, porque El no depende de las circunstancias, no depende de lo material, ni de lo terrenal, El es Dios y si Él toma el control, todo estará bien para los que le aman y en El confían.
Las respuestas de Dios son siempre verdaderas y si por algún motivo no has recibido algo que has pedido es porque El ha visto que no ha convenido, quizás no es el tiempo perfecto o no ha llegado el momento, nuestros ojos materiales no logran ver las cosas que en lo espiritual se están moviendo, pero si podemos confiar que tenemos un Dios que va tejiendo los hilos de nuestra vida y nada pasará para nuestro mal o para nuestra vergüenza.
Recuerda siempre Dios no falla, confía en el y no serás avergonzado!
Señor hoy pongo mi confianza en ti y creo esta palabra para mi vida, tu me libras y creo que todo aquel que en Ti confía no será avergonzado, porque tu eres fiel, porque tu eres bueno, porque me amas y si hay cosas Señor que no tengo, que he logrado, que no he alcanzado, no es porque tu hayas fallado, es porque tu sabes que era lo mejor para mi. Confío en ti, mi corazón descansa en ti, espero en ti, gracias por tu amor Señor, CONFIARÉ EN TI. Amén!
No hay comentarios:
Publicar un comentario