Entregando a ti todas las cosas que he hecho bien
"no que seamos competentes
por nosotros mismos para pensar algo como de nosotros mismos, sino que nuestra
competencia proviene de Dios."
2 Corintios 3:4-5
Durante todo el año hemos hecho muchas cosas pero no solamente han sido malas o hemos cometido errores, también debemos evaluar nuestras bendiciones y todo lo que Dios nos ha dado por Su gracia y por Su misericordia. Es en este punto donde debemos pensar que todo lo bueno que podamos hacer y lograr no es por nosotros mismos, sino que todo proviene de Dios que es quien nos da la capacidad, la destreza, la habilidad y la vida misma para lograrlo.
La palabra competente significa ser una persona experta, hábil, capaz de aprender, identificar situaciones, usar todos los conocimientos que tiene para resolver problemas, es alguien con aptitud y actitud ante la vida y que conoce el campo en el que se desarrolla. En conclusión la competencia es la CAPACIDAD que tenemos para poder desarrollar algo.
Todos queremos ser competentes, y en el libro de Corintios dice
que no es que seamos competentes por nosotros mismos para pensar algo de
nosotros mismos, sino que nuestra capacidad proviene de Dios.
Estamos viviendo actualmente en una sociedad en la que podemos llegar a creer que somos algo importante, gente va y viene con un espíritu de superioridad y caminando por la vida viendo a los que están a su alrededor por debajo del hombro, sintiéndose poderosos por un puesto de trabajo, por un reconocimiento, por sus capacidades, por sus estudios o por su economía, por los bienes materiales o por la familia de la que proviene. Pero El Señor nos lleva a otra dimensión, si quiero tener más de El en mí, debo reconocer que no soy yo, ES EL EN MI.
No debemos olvidar nunca que Dios es quien nos hace competentes para cualquiera que sea la situación en la que nos encontremos, Él es quien nos da la capacidad para hacer todas las cosas. No soy yo quien es eficiente, es El en mí quien hace la excelencia. No soy yo el mejor amigo, el mejor esposo o esposa o el mejor hermano, ES EL EN MÍ, quien hace la diferencia, quien refleja gracia y favor, quien hace y por quien son posibles todas las cosas. No soy yo como el mejor profesional, el mejor hermano en Cristo, el mejor en todo lo que hago, con los mejores dones y talentos, ES EL EN MI y no hay más!
Estamos viviendo actualmente en una sociedad en la que podemos llegar a creer que somos algo importante, gente va y viene con un espíritu de superioridad y caminando por la vida viendo a los que están a su alrededor por debajo del hombro, sintiéndose poderosos por un puesto de trabajo, por un reconocimiento, por sus capacidades, por sus estudios o por su economía, por los bienes materiales o por la familia de la que proviene. Pero El Señor nos lleva a otra dimensión, si quiero tener más de El en mí, debo reconocer que no soy yo, ES EL EN MI.
No debemos olvidar nunca que Dios es quien nos hace competentes para cualquiera que sea la situación en la que nos encontremos, Él es quien nos da la capacidad para hacer todas las cosas. No soy yo quien es eficiente, es El en mí quien hace la excelencia. No soy yo el mejor amigo, el mejor esposo o esposa o el mejor hermano, ES EL EN MÍ, quien hace la diferencia, quien refleja gracia y favor, quien hace y por quien son posibles todas las cosas. No soy yo como el mejor profesional, el mejor hermano en Cristo, el mejor en todo lo que hago, con los mejores dones y talentos, ES EL EN MI y no hay más!
Nuestra competencia proviene de Dios, somos capaces porque Él nos
da la capacidad, somos inteligentes porque de El viene la inteligencia como
dice en Éxodo 35:31 "y lo ha llenado del
Espíritu de Dios, en sabiduría, en inteligencia,
en ciencia y en todo arte", todo proviene del Señor, si somos sabios es
porque de El proviene la sabiduría, si somos inteligentes y pensamos con mucha
prudencia y destreza es porque de El viene la inteligencia, si somos muy buenos
en los estudios, en lo técnico, para hablar, para escribir, para hacer
cualquier cosa, no es de nosotros mismos, la ciencia y el arte, todo proviene
de Él.
Agradece al Señor todo lo que durante este año te ha dado, todos los regalos, las bendiciones y los proyectos logrados, entrégale también todos tus sueños y tus anhelos para el próximo año sabiendo que es El en ti quien hará la obra perfecta y quien lograrás todas las cosas.
Agradece al Señor todo lo que durante este año te ha dado, todos los regalos, las bendiciones y los proyectos logrados, entrégale también todos tus sueños y tus anhelos para el próximo año sabiendo que es El en ti quien hará la obra perfecta y quien lograrás todas las cosas.
Gracias Señor por las bendiciones que tengo y que he logrado durante el año 2017, se que no todo ha sido malo, no he cometido solamente errores, también he logrado cosas buenas, también he alcanzado bendiciones y logros, pero hoy reconozco que todo ha venido de ti, tu me das la capacidad, las fuerzas, la salud, la inteligencia, la sabiduría y la vida, todo proviene de ti. Te entrego mis deseos, anhelos y sueños para el año 2018, que todo lo que haga sea bendecido por ti, gracias Señor porque yo en ti soy mas que vencedor! Amén!
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